En abril de 2019 se decidió lanzar Global Social Impact Fund (GSIF), un fondo abierto de deuda privada gestionado por Global Social Impact Investments (GSI), para otorgar financiación a empresas de alto impacto social en África subsahariana y contribuir así a la solución de los problemas sociales de las personas más desfavorecidas económicamente.
Desde entonces, el equipo de GSI, acompañado por las responsables de medición y gestión del impacto de Open Value Foundation, trabaja para medir el impacto social de sus inversiones y demostrar que la inversión privada y el talento empresarial pueden contribuir a mitigar las causas de la pobreza estructural, especialmente entre aquellos que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad económica y social. En palabras de la fundadora de ambas organizaciones, María Ángeles León, “nos parecía fundamental convencer al inversor tradicional del interés y utilidad que tienen las inversiones sociales a través de las herramientas y con el rigor a los que están acostumbrados”.
Hoy, la gestora publica su primera memoria de impacto 2020, en la que se resume el desempeño social de las inversiones realizadas, destacando las mejoras en la calidad de vida de las personas beneficiadas, en un año marcado por la pandemia del Covid19. “Con esta memoria de impacto hemos transformado en datos objetivos y medibles esas miradas y sonrisas que nos llenan a todos de alegría y que reflejan un impacto positivo sobre la calidad de vida de los empleados, clientes o proveedores de las empresas en las que invertimos”.
Los criterios de inversión del primer fondo de la gestora responden al objetivo de mejorar los medios de vida de las personas más vulnerables del continente africano, al tiempo que generamos una rentabilidad financiera atractiva para el inversor. Así, GSIF invierte mayoritariamente en deuda en compañías con perspectivas financieras sólidas y alto potencial de desarrollo y un impacto social significativo y medible, en sectores como la agricultura o el acceso a activos productivos, que contribuyen a dotar a las personas más vulnerables de habilidades, conocimientos o recursos para satisfacer sus necesidades básicas con dignidad.
“En GSI creemos que lo que no se mide no se puede mejorar, y qué difícil es a veces medir cuando lo que se pretende es mejorar los medios de vida de personas cuya libertad se ve limitada por la escasez de oportunidades económicas y la falta de acceso a medios de vida dignos.” A continuación, se destacan algunas cifras que reflejan el impacto generado desde que GSIF está invertido en las empresas y fondos de la cartera:
- 7.362.065 personas alcanzadas
- 1.811.349 clientes atendidos
- 35% más de ingresos de media para los clientes
- 12.501 empleos mantenidos
- 289 empleos creados
La gestora también se ha propuesto desarrollar el ecosistema de organizaciones que pueden ofrecer una respuesta económicamente sostenible o rentable a los problemas sociales. En este sentido, en 2020 destacan la participación del equipo de GSI en 18 eventos y en 2 publicaciones, además de las 16 alianzas y colaboraciones generadas con agentes del ecosistema de impacto.
Para GSI, ahora es el momento de concentrarse en hacer crecer a los fondos de inversión de impacto ya en marcha, incorporando a la cartera más empresas fuertes desde el punto de vista financiero y del impacto social, con ingresos crecientes y beneficios, y con resultados tangibles de impacto social positivo para las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
“Poco a poco y entre todos, iremos haciendo que los números de esta memoria crezcan cada año, y podremos comprobar que se puede hacer de este un lugar mejor, y que los datos nos pueden ayudar a demostrarlo, con rigor y con cariño.”
Descargar Memoria de Impacto 2020
